Si los partidos no aprenden a postular, el pueblo debe aprender a elegir
Si los partidos no aprenden a postular, el pueblo debe aprender a elegir
En una oportunidad escuché un programa de Diego Bautista Urbaneja sobre los personajes que debieron llegar a la presidencia y no lo hicieron, personas con una formación y una entrega que los hacía merecedores de haber ganado pero no lo lograron. Pienso que la razón de mayor peso es que no hemos sabido votar, los electores hemos confundido a los conocedores de un problema con generadores de soluciones.
A manera de ejemplo, el mejor crítico que he visto de la corrupción fué Hugo Chávez, además generó la esperanza de que por ser militar y conocedor del problema de la delincuencia, sería el claro remedio para ese mal. Asume la presidencia y con el tiempo demostró con resultados el gran error de los electores en esa materia. Pero ese no es la única falla, es que además la gente se enfoca en el problema de moda y olvida evaluar la capacidad de los candidatos en otras materias, hoy vivimos la peor crisis económica porque el ojo del elector estaba puesto en la corrupción, pocos se percataron de que este señor no sabía mucho de él tema ni delegaría las decisiones en quienes si saben.
Hoy en día percibo que tenemos la misma dificultad respecto a la forma de elegir, la gente está enfocada en el problema de la escasez, que por cierto desplazó a la delincuencia del primer lugar aunque los índices de criminalidad sigue siendo altos.
El ojo del elector ha estado puesto en quienes hablen del tema o quiénes abiertamente enfrenten al presidente.
Así han sido presidenciables, Lorenzo Mendoza por haberle hablado claro al impostor de Miraflores sobre producción, Cecilia Sosa por cuestionar el mal uso de la justicia, María Corina Machado por haberlos denunciado a nivel internacional, Diego Arria por ser un crítico directo, Ramos Allup desde el célebre enfrentamiento en la mesa de discusión y acuerdos con el gobierno, aquella de la que excluyeron a los estudiantes que estaban despertando al ciudadano, pero sus fanáticos no se preguntaban jamás si Cecilia Sosa sería buena atacando el problema social, si Ramos Allup tendrá una fórmula para atacar el problema de la inseguridad, si Diego Arria sabía cómo reactivar la producción o si tenían la disposición de delegar en los mejores. A pesar de que lo mismo ocurrió con Chávez y sus casi nulos conocimientos en materia económica.
Esa es la segunda gran preocupación en este momento, la primera es salir de los destructores de la patria.
Una población desesperada electoralmente es presa fácil de ambiciosos de poder con planes inconfesables, basta con esforzarse en ofrecer atacar, ni siquiera solucionar, el problema que más les preocupa y una vez alcanzado el objetivo ponerle la mano a eso que les quitaba el sueño.
A manera de ejemplo, el mejor crítico que he visto de la corrupción fué Hugo Chávez, además generó la esperanza de que por ser militar y conocedor del problema de la delincuencia, sería el claro remedio para ese mal. Asume la presidencia y con el tiempo demostró con resultados el gran error de los electores en esa materia. Pero ese no es la única falla, es que además la gente se enfoca en el problema de moda y olvida evaluar la capacidad de los candidatos en otras materias, hoy vivimos la peor crisis económica porque el ojo del elector estaba puesto en la corrupción, pocos se percataron de que este señor no sabía mucho de él tema ni delegaría las decisiones en quienes si saben.
Hoy en día percibo que tenemos la misma dificultad respecto a la forma de elegir, la gente está enfocada en el problema de la escasez, que por cierto desplazó a la delincuencia del primer lugar aunque los índices de criminalidad sigue siendo altos.
El ojo del elector ha estado puesto en quienes hablen del tema o quiénes abiertamente enfrenten al presidente.
Así han sido presidenciables, Lorenzo Mendoza por haberle hablado claro al impostor de Miraflores sobre producción, Cecilia Sosa por cuestionar el mal uso de la justicia, María Corina Machado por haberlos denunciado a nivel internacional, Diego Arria por ser un crítico directo, Ramos Allup desde el célebre enfrentamiento en la mesa de discusión y acuerdos con el gobierno, aquella de la que excluyeron a los estudiantes que estaban despertando al ciudadano, pero sus fanáticos no se preguntaban jamás si Cecilia Sosa sería buena atacando el problema social, si Ramos Allup tendrá una fórmula para atacar el problema de la inseguridad, si Diego Arria sabía cómo reactivar la producción o si tenían la disposición de delegar en los mejores. A pesar de que lo mismo ocurrió con Chávez y sus casi nulos conocimientos en materia económica.
Esa es la segunda gran preocupación en este momento, la primera es salir de los destructores de la patria.
Una población desesperada electoralmente es presa fácil de ambiciosos de poder con planes inconfesables, basta con esforzarse en ofrecer atacar, ni siquiera solucionar, el problema que más les preocupa y una vez alcanzado el objetivo ponerle la mano a eso que les quitaba el sueño.
A veces pienso que las elecciones más lógicas han sido en concursos de belleza, allí solo se postulan candidatas que cumplen requisitos para lo que se va a elegir y además se vota en función de lo que debe ser. Para muestra de lo mal que elegimos tenemos al presidente actual que fué electo (aún con mi duda al respecto), por electores motivados por el hecho de alguien, antes de morir, los mandó a votar por el.
Hemos sido gobernados por personas que jamás han tenido relación con las leyes son candidatos para legislar en una asamblea, diputados que podrían no encajar en ninguna comisión o no entender algunas discusiones porque fueron postulados por su popularidad, por ser los más gritones, criticones, simpáticos...
Aprendamos a votar con la razón y no con la pasión.
Aprendamos a votar con la razón y no con la pasión.
Gracias por llegar hasta esta línea.
C.R.3