Fútbol, éxodo y elecciones colombianas

Los primeros encuentros del campeonato mundial de fútbol me parecen una situación perfectamente extrapolable al plano político para entender que no es necesario el comunismo, ni siquiera disfrazado de socialismo para que los más débiles alcancen logros importantes, a expensas incluso de los más poderosos, que el éxito depende del esfuerzo tanto individual como colectivo y que cuando te convences de que puedes lograr grandes cosas podrias terminar sorprendiendote a ti mismo.
Los equipos "pequeños" no tuvieron que derrocar a la directiva de la FIFA, expropiar las copas de los que más han ganado, cambiar los reglamentos, imponer la fuerza o repartir los goles anotados en partes iguales para quedar empatados o ganarle a los "grandes". Tampoco tuvieron que negociar bienes que no les pertenecen para financiarse.
Demostraron que con esfuerzo y autoestima se pueden alcanzar logros jamás pensados, que no es necesario crear leyes que te dejen ventajas competitivas para protegerte y, lo más importante, que el éxito tiene un mejor sabor si se logra con esfuerzo, y que para ser como ellos debes tratar de alcanzar su grandeza, su fortaleza y no tratar de debilitarlos porque de lograrlo, todos terminarían siendo débiles y nada habrá tenido sentido. Desde las eliminatorias sonaron las alarmas al quedar por fuera selecciones como las de Italia y Holanda.
Lo más seguro es que si las cosas se hicieran al estilo comunista, la gente abandonaría los estadios porque sería aburridisimo ver los juegos sabiendo de antemano los resultados, o más que aburridos furiosos de ver como cambiaban las reglas otros poderosos, incluso durante el desarrollo de los juegos, para llenarse los bolsillos en nombre de los más débiles.
Los pequeños sacaron su casta demostrando que las victorias saben mejor cuando el esfuerzo es propio.
Comparable a lo que ocurre en Venezuela con los resultados en cada elección, pero el caso de Venezuela no es por la distribución de los votos sino por fraude que es diferente.
Volviendo al fútbol, el ejemplo de la intervención sería el éxodo masivo de los estadios, similar también, al éxodo de la comunidad venezolana.
Que por cierto, las cifras de migración podrían incrementarse en los próximos meses. La frustración de los resultados electorales, en los que algunos esperaban encontrar una solución a la crisis política que abriera las puertas al camino correcto de la economía y otras áreas, el saber que existe la posibilidad de calarse a Maduro durante un período más de crisis humanitaria, unido  al triunfo de Duque en Colombia, que ha venido siendo un fuerte crítico del régimen venezolano le da al ciudadano frustrado la esperanza de huir de la crisis por tierras colombianas, bien buscando establecerse o para usarla como puente hacia otras naciones, porque si algo ha hecho Colombia ha sido darle apoyo al venezolano, en situación crítica, que llega a su país. Obvio, hay algunas excepciones de xenofobia y de mal comportamiento del migrante, pero eso es algo de lo que no se puede escapar y no es política de estado.
Le deseo a Duque el mejor de los éxitos, entiendo que el elector colombiano no votó por el para que se dedicara a los problemas de Venezuela pero estoy seguro de que junto a Almagro y otros líderes internacionales, le darán un peso interesante a la posición anti comunista del continente.
Gracias por llegar a esta línea...
C.R.3. 


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