El juego político actual favorece al ciudadano.

En más de una ocasión se ha hecho uso de algún deporte para describir un comportamiento político porque se adapta perfectente, se presta de manera idónea para definir los sucesos que se desarrollan en ese instante.

En el caso de Venezuela siempre decimos que la pelota es redonda para expresar que el factor sorpresa puede estar presente, también decimos que el juego no se acaba hasta que no de produce el out número 27.

Eso por la afición nuestra al béisbol sin embargo, también hemos comparado estrategias políticas con las futbolisticas.

Naturalmente que el deporte y la política son comparables en la medida en que las reglas se cumplen, pero cuando la política la ejercen delincuentes que se apoderan del poder y cambian las reglas sobre la marcha para evitar su derrota ya no hay manera de comparar con el deporte sino con la trampa que puede producirse en este.

Es cuando una de las partes pretende ser jugador, árbitro, dueño del terreno y se cree con el derecho de cambiar las reglas a su favor cada vez que vea difícil la victoria.

Está semana quiero comparar un hecho no con un deporte pero si con un juego el ajiley al estilo venezolano. En el ajiley se trata de acumular la mayor cantidad de cartas de la misma "pinta" porque quien acumula más puntos gana, sin embargo, se puede ganar teniendo menos si logramos intimidar al contrario haciéndolo retirarse. Fingimos un buen juego, si el contrario se retira, pierde y paga lo apostado hasta el momento, generalmente subimos la apuesta si el contrario no se retira y estamos en la fase de cambiar cartas, simplemente pedimos más (cambiamos) y de esta manera llegamos al final "ligando" un buen juego.

En la semana del 23 de enero Maduro hizo una jugada muy similar le dió a la embajada americana 72 horas para retirar su personal o los iba a sacar, Estados Unidos no cayó en la jugada y pasada las 72 horas Maduro pidió más cartas, les extendió el plazo. 

Un mal movimiento de cartas, desde mi punto de vista, fué el realizado por el equipo de Guaidó al enviar a Julio Borges a conversar con el grupo de Lima, ojo!, Guaidó y su equipo están haciendo las cosas de manera inteligente pero el ser humano los traiciona en ocasiones, no somos inmunes a errores. 

No dudo de las intenciones y la capacidad de Guaidó pero no puedo evitar recordar lo ocurrido con Salas Roemer en aquella elección en la que encabezaba las encuestas y terminó perdiendo el respaldo al aceptar el apoyo de Copei que estaba tan desprestigiado como AD cuando Chávez llegó al poder.
Julio Borges y la mesa de la unidad han sido rechazados por el ciudadano y acusados de traidores además. 

Debe Guaidó evitar que la sola presencia de gente de la mesa de la unidad o la coordinadora democrática le pasen factura, entiendo que la intención de Guaidó no necesariamente tiene que ser la de gobernar con Borges en la transición pero también que la gente se deja llevar por imágenes, rumores, entiendo que no necesariamente tendría que ser así pero también entiendo que no se deben correr riesgos innecesarios. 

Hay que evitar una nueva decepción que termine señalando a Juan Guaidó como le último traidor porque no lo es. 

Este muchacho es de esa generación que arriesgaba su vida en las calles para salir del régimen y mal podría hacerlo para pactar con ellos.

Confio en el porque está cuidando la formalidad legal pero desafiando la ley de Murphy. Guaidó goza de 3 elementos para lograr el objetivo:

1 El apoyo de la asamblea nacional que representa al mismo tiempo la unión de todos los sectores de oposición para empujar en una misma dirección. 

2 El apoyo de la comunidad internacional porque creen en el plan que se está ejecutando. 

3 El apoyo ciudadano que se manifestó en todos los cabildos abiertos que le dieron el piso legal. 

El 4 elemento podría tenerlo pero no es algo que sea fácilmente demostrable, el apoyo de las fuerzas armadas, hasta ahora hemos visto a un alto mando, compuesto por un grupito, reiterando su apoyo al régimen. Ese grupito de beneficiados y envueltos en casos de corrupción. En los bajos mandos están ciudadanos que ven morir niños, por desnutrición, a su alrededor, que ven morir a familiares asesinados o por falta de medicamentos, que saben que está mal asesinar a quien opina contrario al régimen, al que protesta, que no les alcanza el salario y que tienen familiares o amigos que han huido de la crisis. 

Hacia ellos van dirigidas las concentraciones y por eso debemos seguir. Estamos haciendo un trabajo sociológico dirigido a ese sector militar de bajo rango y psicológico a la vez en la medida en que les estamos llegando de manera individual, el fin del narco terrorismo está cerca, solo es cuestión de tiempo y paciencia. 

Dios bendiga a Guaidó y su estrategia para que no se salga de la ley, están por cumplirse los 30 días para llamar a elecciones y esto no ha ocurrido creo que no estamos en condiciones, el artículo 233 fue redactado asumiendo que la falta absoluta suponía la ausencia de un usurpador en Miraflores y nos lleva  a desviarnos de una situación de derecho a una de hecho en la que se pudiera perder el apoyo internacional si no actuamos bien, si no confiamos en Guaidó. 

Consideró que, sí hay tiempo, se debe proponer una enmienda para ampliar el concepto de la falta absoluta de ese artículo y poder darle la libertad a Guaidó de adecentar los poderes antes de llamar a elecciones y llamar a un referéndum aprobatorio con miras a  crear las condiciones para ir a una elección limpia y confiable. 

Gracias por llegar a esta línea:

C.R.3.

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