Creer en la igualdad y la justicia no necesariamente te convierte en socialista (Parte 2 de 3)

Segunda parte.

Pues bien, en algunas ocasiones, cuando realizo algún análisis sobre decisiones gubernamentales, bien sea lo que se decidió o lo que se debió decidir suelo pasearme por estos escenarios antes de hablar del concepto de igualdad para tenerlo en contexto y en más de una ocasión he sido etiquetado como socialista por usar la palabra.

La libertad es otro concepto importante y desde que escuche la frase "libertad sin adjetivos" me enamoré de ella pero como uno no anda explicando en todas partes como entiende las cosas pues corre ese riesgo de ser etiquetado.

Entiendo que cuando se habla de libertad sin adjetivos nos referimos a que no tiene sentido, por ejemplo, hablar de libertad de expresión (en realidad libre debería ser el adjetivo por defecto de la expresión, del culto, el género...). Decir expresión libre debería ser redundante, por ejemplo.

Soy de los que cree que no se debería legislar por adjetivos, una ley para cada sector, sino que la libertad debería estar amarrada al concepto de ser humano, en general y lo que estamos definiendo como leyes deberían ser reglamentos, subordinados a la ley, para el manejo de excepciones.

Ahora bien, cuando he hablado de libertad sin adjetivos hay quienes me han dicho que no puede ser porque la libertad no debe ser total.

El hecho de que sea sin adjetivos no quiere decir que sea también sin restricciones. Las restricciones precisamente deben estar definidas en esos reglamentos partiendo del hecho de que la libertad de alguien termina donde límite con la de otro.

El uso de estos conceptos: Igualdad, justicia (generalmente social) y libertad son los que hacen que algunos de los que me escuchan piensen que están frente a un socialista que no sabe que lo es.

Pero no!, parto del principio de que todos los que tengan el conocimiento para sembrar y cosechar las manzanas deben tener igualdad DE OPORTUNIDADES, luego de eso el dueño de la empresa tiene la potestad de escoger con quienes se queda en función de ciertos requisitos definidos con toda libertad o criterios para decidir cuándo hayan más candidatos cumpliendo con los requisitos, la empresa es de el, la decisión también. Mientras no esté violando ningún instrumento legal está en su derecho y si estuviera contra principios morales sería su deber revisar lo que va a hacer.  No deben obligarlo, el debe asumir las consecuencias. Una vez más, debería poner el humanismo por encima de todo pero nadie lo puede obligar a hacerlo.

Indudablemente esto se resume  en que en un país libre el empresario está en el derecho de no dar igualdad de oportunidades porque esto se refiere a un deber moral y no debe ser una obligación legal.

La libertad del empresario solo debe estar restringida por las leyes pero no para condicionar la producción sino para prevenir o combatir los delitos, para crear el ambiente de confianza que le permite al empresario contribuir con el crecimiento del país.

Gracias por llegar a esta línea...

Continuará...

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