Alex Saab, invitado especial y de última hora a la mesa de negociación en México
Estamos a las puertas de una nueva negociación entre gobierno y oposición en Venezuela (debo destacar que por alguna razón el corrector - o predictor - del teléfono sugirió cambiar la palabra negociación por magia, algo debe saber el predictor que yo ignoro).
Tengo la impresión de que el ciudadano opositor dejó de creer en ese tipo de diálogos y el gobierno lo sabe. Tal vez por eso es que piden como condición que Álex Saab sea aceptado como "delegado pleno ante la mesa social de negociaciones en México"
El gobierno sabe que Biden no dará continuidad a las intenciones de su antecesor, Trump, de buscar la manera de salir del régimen venezolano sino que buscará la manera de que las partes se entiendan.
Hay quienes creen que el régimen podría ser un negociador confiable en un determinado escenario, aunque tanto ellos como Biden deberían tener ciertas dudas por la presencia de Rusia en la negociación pero así es el juego de la democracia y Estados Unidos es fiel defensor de esta.
Hay que resaltar que el juego democrático en Venezuela ha sido viciado por los mismos actores que representan al régimen en esta oportunidad.
Pero volviendo a Álex Saab, el régimen sabe que no le conviene ir a una negociación en la que llegue contra las cuerdas, señalado por diferentes instituciones como violador de los derechos humanos y verdugo de la democracia, y esta jugada les permitiría poner a la otra parte a la defensiva, pero al mismo tiempo, y quizás es lo más importante, el régimen también teme que si Saab es extraditado va a soltar la lengua para conseguir algunos beneficios procesales y sus argumentos podrían provocar su "caida", en los primeros rounds.
De manera que no es de extrañar que la idea sea lograr que Álex Saab no sea extraditado y pueda dársele un reconocimiento (el perdón) por sus intentos por lograr la paz, creyendo (porque no lo ignoran), que la justicia internacional podría funcionar como la venezolana.
Otro escenario sería la fuga de Saab desde México y esto bajaría la presión que el pudiera ejercer sobre ellos.
Un último escenario sería la no aceptación de la oposición venezolana a sentarse en esa mesa de diálogo, acusada por el régimen de ser responsable del fracaso de un nuevo intento de búsqueda de solución, y aunque en Venezuela existe una desconfianza en estos intentos en otros países la oposición pudiera ser vista como un obstáculo para cualquier tipo de solución (desde el punto de vista del régimen)
Lo que si pareciera ser seguro es que en las gradas venezolanas habrá más bulla por parte de los seguidores del régimen que por parte de una oposición que ha ido perdiendo la fé en este tipo de diálogos.
"Amanecerá y veremos"
Gracias por llegar a esta lista...C.R.3.
Referencias:
Los negocios de Álex Saab con el régimen
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