Recordando el ser hijo, aprendiendo a ser padre


Minutos antes de comenzar esta nota se me ha Partido un vaso, el problema jamás es el vaso que se quiebra, sino que el juego queda incomplete.

 

Cuando ocurren eventos como ese, antes de sentarme a escribir, mi mente se va casi que de manera obligatoria hacia un lugar donde encuentre la justificación del incidente desde una perspectiva acorde a lo que tenía en mente para escribir.

 

Si, la idea principal que traía estaba, como casi todos los años, relacionada a alguna frase u ocurrencia de mi unigénito.

 

Ayer paso todo el día grabando un nuevo video para su canal de YouTube: “Este es el que me va a dar la fama” me dijo. Le puso todo el amor posible, la dedicación.

Una vez terminado me pidió ayuda para borrar una parte del video que no le gustó mucho. Debo decir que la edición le quedo perfecta (y no estoy exagerando porque es mi hijo), sin embargo, había usado unos stickers que no eran gratuitos y tuvimos que tartar de conseguir unos que se adaptaran a lo que quería.

 

Cuando el video estuvo listo, me dijo que lo iba a repetir. Yo respetando con mi silencio como lo hace el cuándo me toca grabar.

 

Fueron unas horas más y al final me dijo: “Que difícil es ser youtuber, pero es bien divertido”, esa frase me enamoro y con ella quería comenzar esta historia, hacienda una analogía con la vida y es difícil, realmente difícil pero muy divertida si la sabemos observar.

 

Ahora bien, el rompimiento del vaso viene a corroborar y no reemplazar la idea en mente, se rompió y debe ser reemplazado como el video que el repite, se rompió y se acabó como el año que estoy dejando atrás y debe ser reemplazado, no con un vaso sino con un juego.

 

Creo que tiene razón, de eso se trata, la vida es difícil, pero es divertida y a veces tienes que dejar todo y comenzar de nuevo para convertir esa dificultad en diversión.

 

Este año ha sido complicado, no es fácil ser papa de un niño de 10 que por su tamaño encaja en el grupo de los de 12 pero su mente no ha madurado lo suficiente, no es fácil enterarse de la violencia verbal de la que es testigo, no es fácil ver como las heridas de sentimientos ajenos impactan los suyos al ponerse en los zapatos de las víctimas de acoso escolar, no es fácil verlo asustado al saber que papa estuvo enfermo, al verlo mas decaído que cuando el COVID.

 

Pero es reconfortante verlo reflexionar y obligarme a mí a hacerlo a un nivel mayor de profundidad, es reconfortante ver su alegría a medida que papa se recuperaba, verlo entender que muy difícil que parezcan las circunstancias no todo se pierde desde el principio, que hay que luchar contra la adversidad y que no somos los únicos con inconvenientes ni los últimos en levantarse.

 

De eso se trata la vida, de aprender viviendo, de vivir aprendiendo, con la humildad necesaria para buscar enseñanzas escondidas entre sus frases, frases que, algunas, me parten el alma y otras que me la Vuelven a unir.

 

Lo mejor de todo, es feliz y eso es importante.

Hoy, antes de acostarse hablábamos de la edad que tenían sus padres cuando el nació, de la edad que tenía yo cuando fallecieron mis padres, de la edad en la que comencé a trabajar, de sus planes a largo plazo, de la conexión con sus padres cuando este estudiando fuera. Y lo mejor de todo, eran sus preguntas, su interés, su madurez.

 

Como no amar tanta ternura, como no amar tanta madurez, como no amar el amor que expresa.

 

Gracias Dios, gracias una y otra vez por esta hermosa experiencia de ser padre y del hijo que me escogió para ser el suyo.

 

Me va a faltar vida para tanto agradecimiento, para tanta Felicidad.

 

Gracias a todos por sus buenas intenciones para conmigo en este nuevo cumpleaños y que Dios me les concede el triple de lo que me deseen.

 

C.R.3.

 

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